miércoles, 16 de octubre de 2013

La Policía Portuaria de Tarragona amplía el control de seguridad al mar


15.10.13

Esta especialización es un valor añadido para el enclave tarraconense.

El puerto de Tarragona es uno de los pocos puertos del Estado,  junto con los de Maó y Ferrol, en contar con un servicio marítimo de Policía Portuaria. De momento, en Tarragona ya está operativa una lancha de 6,5 metros de eslora con un motor de 110 caballos  totalmente equipada para los patrullajes por mar, la bautizada como Lluerna 2, y a principios de año, se incorporará al servicio la Llampuga, una embarcación de casco rígido de diez metros de eslora que aún se construye en los astilleros.
La Lluerna 2 ya se estrenó pasado domingo con la vigilancia por mar de la macrobeatificación celebrada en el Complejo Educacional de Tarragona, en la que la APT colaboró con la cesión de espacios para aparcar en un acto que atrajo más de 25.000 personas y numerosas autoridades.
El nuevo servicio de la Policía Portuaria se enmarca en un proceso de  profesionalización y modernización del cuerpo, formado por 49 agentes y dirigido por Joan Bergadà, que aporta una experiencia previa de 20 años en los Mossos d’Esquadra. Casi la mitad de los agentes han superado dos cursos de formación para abordar el patrullaje por mar, un curso básico de navegación y otro de marinero de puente, que acredita conocimientos de patronaje, navegación y seguridad en el mar, en estrecha colaboración con la Escuela de Capacitación Náuticopesquera de Catalunya. Lo que supone todo un paso adelante en la profesionalización de los agentes, ya que el acceso a las policía portuaria no está reglado como el resto de cuerpos de seguridad, señala Bergadà.
El proyecto del patrullaje marítimo se contextualiza en un “proceso de mejora tras un análisis previo de la seguridad”, detalla Josep Lluís Díez, director de Dominio Público y Seguridad Integral del puerto. De hecho, las policías portuarias tienen encomendada, entre sus funciones, “la vigilancia de las aguas interiores del puerto aunque desde tierra difícilmente puede hacerse”.
Así, las dos embarcaciones trasladarán los servicios policiales habituales terrestres al mar, divididos en dos zonas, una en aguas interiores portuarias y otra, en un radio de poco más de tres millas náuticas. 
Más allá de la vigilancia y la protección, se trata de un “trabajo transversal”, enfatiza Díez, que señala que las tareas del nuevo servicio comprenden, además de la seguridad, el control de los accesos, las inspecciones medioambientales, los controles de suministro de carburante a cargo de las gabarras o, si se requiere su apoyo, tareas de salvamento marítimo. En definitiva, se enmarca en un proceso para ofrecer “un valor añadido de cara al cliente final”, ya que la seguridad se refuerza de forma diferenciada y obedece más a la filosofía de mejora continua que no de corregir amenazas, asegura el director de seguridad integral del puerto.
Para los clientes, disponer de esta seguridad diferenciada también será un plus de calidad a la hora de posicionar el puerto en el competitivo mercado crucerista. Los responsables del nuevo servicio de vigilancia ya han iniciado reuniones informativas con la comunidad portuaria y demás operadores del puerto para explicarles la iniciativa. 
Un complemento para Capitanía Marítima
La Capitanía Marítima de Tarragona ha colaborado muy estrechamente con el nuevo servicio de la Policía Portuaria por mar, aseguran los responsables del proyecto, el intendente jefe de la Policía Portuaria, Joan Bergadà y el director de Dominio Público y Seguridad del puerto, Josep Lluís Díez.
Díez agradece a la Capitanía Marítima que “el capitán Óscar Villar se haya implicado mucho en el proyecto, ya que complementa sus funciones de seguridad y protección en el mar”. A pesar de que la función principal de la policía portuaria por mar es velar por la seguridad y la protección del enclave marítimo, de hecho es un refuerzo y un complemento a los efectivos de Salvamento Marítimo y a la lucha y prevención de la contaminación en el mar. También contribuye a aumentar economía de escala, al no tener que recurrir a empresas externas para determinados servicios.


Font:www.elvigia.com

martes, 15 de octubre de 2013

Un argelino ataca a un compatriota en el Puerto de Ceuta y le secciona una oreja


Complicada y peligrosa fue la intervención que, a primera hora de la tarde de ayer, tuvieron los agentes de la Policía portuaria después de que un grupo de argelinos protagonizara una violenta reyerta en el puerto. El suceso se saldó con un inmigrante herido, al que habían prácticamente seccionado una de sus orejas con una botella de cristal rota, y el autor de la agresión detenido, después de darse a la fuga e intentar burlar la acción de los agentes portuarios.

El suceso se desencadenó cuando un grupo de entre 15 y 20 argelinos del CETI, de los que habitualmente se encuentra pululando por el puerto, intentó linchar a otro compatriota al que, al parecer, acusaban de haber facilitado información a la Policía Nacional para llevar a cabo un servicio desarrollado hace unos días. Sea esa la razón o no, el hecho es que uno de los argelinos echó mano del cristal roto de una botella e intentó cortarle el cuello al compatriota. Éste esquivó ese corte inicial pero no el daño definitivo, así que el agresor consiguió prácticamente seccionarle la oreja.
 
El Herido, tendido en el suelo,
 esperando la llegada de una ambulancia
tras ser atendido por la Policía Portuaria.

El herido quedó tendido en el suelo rodeado de sus agresores, pero la rápida intervención de los agentes de la Policía portuaria que estaban de servicio evitó un auténtico linchamiento. La carga violenta que presentaban los argelinos contra su compatriota fue frenada por los agentes, que consiguieron dispersarlos evitando ya no sólo que continuara la agresión contra el herido sino, también, contra ellos mismos.

Mientras los agentes atendían inicialmente al herido hasta la llegada de una ambulancia del 061, otros miembros de la Policía portuaria emprendieron una persecución para conseguir la detención del presunto agresor, que se había dado a la fuga. Fue interceptado a la altura de la Estación del Ferrocarril por tres miembros de la Policía portuaria. Posteriormente el sujeto sería entregado al Cuerpo Nacional de Policía para la instrucción de las oportunas diligencias. Una dotación del CNP acudió al puerto y colaboró con los agentes portuarios tras recibirse la alerta en la Sala.

Todos los participantes en esta reyerta, tanto el detenido como la víctima y el amplio grupo de argelinos que apoyaba esta violenta acción, están registrados como residentes en el CETI. Hasta el centro acuden para comer y recibir prestaciones, pero el resto del día lo pasan por la zona portuaria intentando colarse en camiones o cometiendo actos delictivos. De esta situación ya se ha advertido por vía policial, pero se sigue sin encontrar la fórmula para poder intervenir y cortar sucesos como el de ayer.





Martes, 15 de Octubre de 2013 11:42 , Carmen Echarri
Font:www.elfarodigital.es